Villa Mercedes: las mujeres seguirán encadenadas porque necesitan recuperar el trabajo
A 25 días del inicio del acampe frente al edificio municipal, continuarán con la protesta durante el fin de semana largo. Siguen sin ser atendidas por las autoridades.
El 29 de enero la Municipalidad de Villa Mercedes se despertó con un acampe en rechazo por los 60 trabajadores despedidos en los primeros días del año.
Pero a partir del pasado miércoles cuatro mujeres decidieron encadenarse a la puerta de entrada ante la falta de respuestas por parte de la gestión del intendente, Maximiliano Frontera.
El principal objetivo de las trabajadoras es recuperar sus puestos de empleo. Una de ellas es Marianela Morales quien manifestó que durante los últimos días “nadie se acercó para hablar”.
“No vino ni una persona para atendernos así que seguiremos con el acampe por tiempo indefinido hasta que el intendente Maximiliano Frontera lo haga”, sostuvo en declaraciones a El Chorrillero.
Los trabajadores fueron contratados durante la gestión de Mario Merlo y tras el cambio de autoridades se quedaron sin el puesto.
Según la gestión de Frontera, todos fueron contratados de manera “ilegal”.
En los días posteriores tanto el jefe comunal como el secretario General, Ramiro Fernández mantuvieron reuniones con representantes de la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de la República Argentina (Coema) pero no hubo avances y “sólo promesas incumplidas”, señalaron.
Con el pasar de las semanas no hubo soluciones y es por eso que decidieron instalar la carpa. Dos días después tuvieron el último contacto con la Municipalidad mediante el secretario de Gobierno, Diego Ochoa.
“Habíamos quedado con el gobernador (Alberto Rodríguez Saá) de levantar la carpa como gesto y nos iban a dar una propuesta, pero cuando vinimos Ochoa nos pedía sacarla y que él luego seguiría dialogando”, reveló.
Otro punto que destacó Morales es que desde el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales les avisaron que “se han tomado un impasse” con ellas a partir del momento del acampe.
“El sindicato no solamente no puede luchar por nosotros y no lo puede hacer por el resto. No estamos siendo defendidas por el gremio. Ahora supuestamente tiene un canal de diálogo, pero por problemas internos sin hacer algo por nosotros”, afirmó.
La mujer, que comenzó a trabajar en la comuna en 2017 a través del Plan de Inclusión explicó que este tiempo “fue duro” porque “deben llevar una familia adelante”.
Contó que muchas de ellas son madres solteras y que algunas “llevaban siete meses, otras dos años e incluso más tiempo” cumpliendo sus funciones.
“Por estos días nos mantenemos por la comida que nos acerca la familia, amigos o gente que nos hace llegar donaciones y ni siquiera conocemos. Nos traen yerba, azúcar y pan, por ejemplo. Y para ir al baño vamos a un bar cerca de acá”, detalló.
Pese a este panorama manifestó que aún siguen “con esperanzas de ser recibidas”.
“No vamos a desistir, vamos a luchar por nuestro trabajo que injustamente nos sacaron”, dijo al final.